Despiertas y empiezas a deslizar por tu feed. Entre una avalancha de memes, reels e imágenes, ¡boom! Una publicación te detiene en seco y no puedes ignorarla. ¿Qué te hizo parar y prestarle cuidado? ¿Magia? No, ese es el poder del engagement.
Vivimos en un mundo en el que el tiempo de atención es más corto que los 15 segundos de un TikTok. Si tu contenido no causa un impacto en ese breve instante, se pierde en el vasto océano del feed. Las redes sociales no son solo plataformas; son mundos virtuales donde las marcas y las personas conviven.
Ahora, ¿crees que con tener un perfil y publicar una foto de tu café mañanero es suficiente? Pues, ¡piénsalo de nuevo! Las redes sociales ya no son solo para ver las vacaciones de tu primo en la playa; son el ring de boxeo donde las marcas pelean por cada milisegundo de tu atención.
Sin embargo, tener un perfil bonito y activo en redes ya no te da puntos extra. Eso es lo básico. Lo que realmente importa es crear conexiones genuinas.
Así que, si estás buscando que tus publicaciones pasen de un «mmm, está bien» a un «¡diablos, necesito más de esto!» estás en el lugar correcto. Te ayudaremos a que tu contenido esté listo para ser ese imán que atraiga miradas y corazones. Pero antes.
¿Qué diferencia hay entre engagement e interacción?
En la vorágine de palabras cool del marketing digital, «engagement” e «interacción» parecen ser esos amigos inseparables que siempre están juntos. Pero ¡hey!, aunque parezcan gemelas, tienen personalidades diferentes. Veamos cada uno:
¿Qué es el engagement?
El engagement no es simplemente un «me gusta» que aparece en tu publicación mientras alguien recorre su feed. Va más allá de eso. Es esa chispa emocional que se enciende cuando un seguidor ve tu contenido y siente que debe ser parte de ello. Es esa relación amorosa entre tu marca y tu audiencia donde, como en cualquier romance, ambos se sienten conectados, entendidos y valorados. Si la interacción es un apretón de manos, el engagement es un abrazo. Y para lograr ese abrazo, primero necesitas conocer en profundidad a la persona con la que te relacionas. Para eso, antes de crear tu contenido, plantéate preguntas como:
- ¿Quién es mi público objetivo?
- ¿Qué historias les emocionan?
- ¿Qué les hace sonreír, pensar o actuar?
- ¿Qué es lo especial de tu marca que les podría interesar? Aquí entra tu promesa de valor
- ¿Qué necesidades tiene qué tu marca puede satisfacer?
Con esas respuestas en tu arsenal, podrás crear contenido que no solo atraiga, sino que enamore y fidelice.
¿Qué es la interacción?
Por su parte, la interacción es esa acción tangible y directa con tu contenido. Puede ser un «me gusta», un comentario, o incluso hacer clic en un enlace. Cada plataforma tiene su propia forma de aplaudir, pero, lo más importante es que estos sean auténticos. Porque, ¿de qué sirve un like o un “comentario” si no es genuino? Estos indicadores de interacción son una medida directa del interés real que tu audiencia tiene en lo que presentas.
Entonces, ¿estás listo para empezar a construir relaciones auténticas y recibir aplausos genuinos? ¡Vamos a ello!
5 formas de incrementar tu engagement
1. Entiende y conoce a tu audiencia: conviértete en detective
¡Para! Antes de crear contenido y lanzarlos al aire esperando que alguien haga clic en ellos, debes conocer a tu audiencia. Lo sabemos, tienes la urgencia de empezar a crear y enamorar a todos, Pero aquí va un secreto: esas ambiciones de conquistar cada rincón de las redes sociales… no siempre funcionan. ¡Segmenta! Debes convertirte en un detective digital. Conoce cada rincón de los gustos y desagrados de tu audiencia y para eso:
Data, data y más data
Responde a estas preguntas:
- ¿Quiénes son? No me refiero solo a nombres. ¿Qué edad tienen? ¿De qué lugares son? ¿Son solteros, casados? ¿Qué prefieren?
- ¿Qué les gusta y les disgusta?
- ¿En qué redes sociales se mueven más?
- ¿Cuáles son sus problemas? Si puedes darles solución a través de tu contenido, te convertirás en su héroe personal.
Las herramientas analíticas te ayudarán mucho en este paso.
Conocer a tu audiencia no es solo una estrategia, es el respeto básico que merecen esos fieles seguidores que dan like, comparten y comentan. Aprecia eso, dales lo que quieren.
Una vez tienes toda la información, usa estos Insights para crear contenido adaptado a los diferentes segmentos de tu audiencia. No es lo mismo hablarle a un adolescente que a un ejecutivo de 40 años.
¡Elemental mi querido marketer!
2. Tu contenido debe ir más allá de un ¡Mírame, cómprame!
¿Has caído en el tedioso desfile de marcas que solo gritan «¡Cómprame, soy el mejor!», en sus redes? Aburrido, ¿verdad? Pero aquí está el giro: no necesitas ser uno de ellos, tú estás Listo para generar contenido de valor y crear interacciones sinceras.
Piénsalo así: Imagina que tus redes sociales son una fiesta. No querrías ser esa persona que solo habla de sí misma. Bueno, en el universo digital pasa lo mismo. La clave está en ser el anfitrión perfecto: el que presenta temas interesantes, da consejos, comparte historias y, por supuesto, escucha.
Para darte un ejemplo más cercano, imaginemos que eres una marca de ropa y en lugar de publicar solo fotografías de tus prendas con un Copy que diga “los mejores jeans los encuentras aquí”, ¿por qué no convertirte en el asesor de imagen de tu audiencia? Hoy podrías hablar de cómo combinar tu camisa favorita, mañana sobre cómo eliminar una mancha rebelde. ¡Y no olvidemos esos consejos de oro para cuidar los tejidos delicados!
Así que, en lugar de solo vender, piensa en la manera en la que puedes aportar valor a tu audiencia. Porque al final del día, la gente no recuerda lo que compró, pero sí de la forma en la que se sintió.
3. Sé auténtico, no una copia.
Mientras todos buscan la foto perfecta, prueba algo distinto. Quizá un video grabado en el momento, mostrando esa chispa de entusiasmo genuino, o esa imagen sin filtro que captura una sonrisa sincera.
Por eso nuestro segundo consejo es humanizar tu marca. Probablemente estés familiarizado con ese concepto, pues la tendencia en redes sociales está en ser uno mismo y no esconderse tras una máscara.
Por eso, desnúdate (metafóricamente hablando), el lado humano detrás de tu marca. En un mundo digital saturado de poses y filtros, esos momentos de felicidad auténtica, pero también de los desafíos y tropiezos que te hicieron más fuerte son oro puro. Para hacerlo una de las mejores prácticas es Storytelling (nuevo término para tu diccionario de marketing).
El storytelling no es más que el arte de saber contar historias, algo así como cuando te sentabas con tus amigos alrededor de una fogata a compartir relatos, solo que ahora ese fuego es tu red social favorita. Intenta que esa historia conecte con una emoción de tu audiencia, podrías contar sobre esa vez que abriste tu primer punto físico, lo emocionado pero temeroso que estabas, recuerda que las historias son tu pasaporte directo al corazón de tu audiencia.
4. Fomenta la interacción
Las redes sociales son eso, SOCIALES. Basta de pararte en un atril a dar un discurso y esperar que te lancen rosas porque sí. Si buscas que tu audiencia haga algo y vaya más allá de un like, debes ganártelos y guiarlos. Eso sí, nadie quiere a alguien pegajoso y repetitivo. Si juegas tus cartas bien, lograrás que se involucren de una forma auténtica.
Aquí algunos consejos para que esa sección de comentarios se convierta en el epicentro de la actividad:
- No subestimes el poder de una buena pregunta. Desde un sencillo «¿Qué prefieres, café o té?», hasta un «¿Cuál ha sido tu experiencia más loca de viaje?», las preguntas desencadenan respuestas y así aumentarás los comentarios
- Haz encuestas en Instagram, LinkedIn, Facebook… no solo te ayudan a fomentar la interacción, sino también a conocer mejor a tu audiencia. ¿Nuevo producto en mente? ¿Cambiar de logo? Pregúntale a la gente.
- ¿Recuerdas el #IceBucketChallenge? Los desafíos son una forma increíble de animar a tu comunidad a participar activamente. Crea un reto relacionado con tu marca y usa un hashtag especial.
Por último, respeta y reconoce. ¡No los dejes en visto! Al final del día, cuando tu audiencia se toma el tiempo de interactuar, agradece. Ya sea con un simple like, respondiendo a un comentario o incluso destacando las mejores respuestas en tus historias. Si quieres que la gente converse contigo, habla con ellos, no con ellos. Agradece sus comentarios, participa en sus bromas, despierta debates (sin ofender a nadie, ¡claro!). Porque al final del día, detrás de cada comentario, emoji o meme, hay una persona real buscando conexión. ¡No les falles!
5. Contenido fresco y regular: tu nuevo ritual diario.
Calidad antes que cantidad a la hora de publicar, ese sigue siendo el mantra, peeero… (si, hay un pero) eso no significa que dejes a tus seguidores esperando noticias tuyas, vagando en un vacío online, cuestionándose si aún sigues activo.
Y no, no estamos hablando de inundar tus redes con publicaciones diarias que carecen de valor. Pero si puedes aprovechar las historias para ser espontáneo, mostrar detrás de cámaras o simplemente saludar a tu comunidad. Mientras tu contenido principal sigue siendo de alta calidad y bien pensado, estas pequeñas interacciones diarias pueden ser el chispazo que mantenga a tu audiencia enganchada y regresando por más.
Piensa en las historias como ese café matutino. Ese café no sustituye un buen desayuno (o sea, ese contenido top que tus seguidores aman y que está en tu feed).
Pero aquí viene el truco: úsalas estratégicamente. Al igual que ese café, no querrás 10 tazas al día o te verás dando saltos por toda la oficina. Con las historias, es igual. No abrumes, no aburras. Dosifica. Muestra un adelanto, un detrás de escena, un dato curioso. ¡Dales algo que haga que tu audiencia quiera volver por más!
Bonus: ¡Monitoreo constante!
Como te decíamos al inicio, el engagement es el termómetro que te dice si para saber si tu estrategia está funcionando debes medir, ajustar y mejorar constantemente. Porque en el mundo digital, si no estás creciendo, estás muriendo.
Vamos a desglosar la receta secreta para medir tu éxito en redes sociales: el famoso engagement rate.
Para entenderlo mejor, te lo explicaremos con una fórmula simple:
(Interacciones/Alcance) ×100
Por ejemplo:
ER = ((250 likes+70 comentarios+5 shares /
3.200 alcance)) x 100 = 10,16
Si tu número es mayor al 10%, ¡felicidades! Estás haciendo las cosas muy bien. Pero si estás flotando entre el 3% y el 6%, no te preocupes, sigue siendo un rango bastante decente. Si estás por debajo, bueno, es hora de cambiar de estrategia, ¡y rápido!
El truco aquí es elegir las interacciones adecuadas que se alineen con tus objetivos y tu estrategia. Y sí, esos algoritmos astutos de las redes sociales a veces pueden lanzar un pequeño desafío, pero un buen guerrero siempre está preparado para adaptarse.
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